Esculturas de más de tres metros de altura en conmemoración a temas religiosos, históricos, arqueológicos, artísticos, etnológicos, científicos, sociales y técnicos. "Lo interesante de los monumentos es que se convierten en obras del pueblo. De cierta manera se hacen eternos. Porque son parte de la gente, aunque puede que en el camino se olvide que la hizo Manuel de la Fuente".