Revista de la Facultad de Farmacia.
Volúmen 46 (1)
Enero - Junio 2004
RETORNAR A NUESTROS INICIOS

La visión del bosque nos impide a menudo poder contemplar los árboles. La vertiginosa carrera impuesta por la actual sociedad de consumo, no da oportunidad de revisar lo que se hace. "Ir despacio, porque se va lejos..."; es una reflexión que no tiene cabida dentro de los cánones de desarrollo industrial, tecnológico y social de las últimas décadas. El ejercicio profesional en sus diferentes expresiones, ha sido afectado de manera enorme: cada día, más y más individuos ven como sus sitios de habitación se transforman en "un lugar de trabajo"; debido a la versatilidad y comodidad con que sus ocupaciones pueden ser realizadas a través del ciber espacio o las líneas telefónicas. Desafortunadamente para quienes pertenecemos al grupo de los trabajadores de las Ciencias de Salud, esa 'forma de trabajo' no es compatible con nuestras funciones. Muy a pesar de éste hecho, pareciera que de manera inconsciente hemos descuidado nuestra misión profesional: ser los defensores de la vida y los procuradores de la salud. La medicina actual, se ha transformado en el 'santuario' de grandes corporaciones empresariales dedicadas al desarrollo y comercio de medicamentos. Su objetivo dista de ser el mantenimiento de la salud y se asemeja más al deseo de vender - con cualquier justificación - su producción farmacéutica. No muy lejana está la estruendosa caída de la teoría del Reemplazo Hormonal en mujeres, que después de más de tres décadas de promesas sobre su utilidad en la prevención del cáncer de útero y mama; resultó ser un fracaso médico, más no comercial. Las recientes demandas a transnacionales de la Industria Farmacéutica por los daños irreversibles y fallecimientos causados por anti-inflamatorios y anti-hipertensivos, causantes de hemorragias cerebrales en ancianos, así como la relación de los antidepresivos con el suicidio de adolescentes; nos señala claramente que hemos perdido el norte en nuestro 'deber-ser' profesional. Corregir nuestros errores nos hace más sabios, revisar lo que se ha hecho nos convertirá en mejores profesionales. El ejercicio de la Farmacia no debe supeditarse a los deseos mercantilistas de algunos pocos. Bajo ningún concepto, la salud se puede devaluar

Prof. César Pérez-Maldonado


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