A veces escribimos porque trabajamos con una idea y porque llegan a nuestras manos artículos o libros que nos ayudan a conectar nuestro pensamiento con lo que otros pensaron antes. Coincidencias o no, con la presencia de otras personas o no, se inicia un tejido donde todos participan de alguna manera, así como la malla del universo del Cacique Seattle (1854).

Artículo publicado en la revista: Fuerza Farmacéutica. Año 12, Vol. II. Junio 2008.