Asdrúbal Colmenárez

"Mi trabajo trata de hacer sensible la percepción"

 

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Su Obra de Gustavo Navarro Castro   Su Pensamiento de Asdrúbal Colmenárez

 

Su Obra

"... En la obra de Colmenárez los repetidos emblemas gráficos, letras, números, frases metafóricas (Ej.: Poids Plein, Verite, Envers, etc.), palabras aisladas y otros elementos sígnicos —cuyo significado global se completa con los títulos asignados a las obras—, se multiplican, se invierten en juegos especulativos de indiscutible eficacia plástica; y en ocasiones los elementos referencia les representados por planos y diseños gráficos y estructurales, hacen alusión a ciertos objetos o piezas reales, a estructuras armables seriadas y, quizás a principios científicos asociados al mundo tecnológico e industrializado. Por otra parte, la cuidada elaboración tonal de los lienzos alcanzan verdaderas dimensiones atmosféricas que dan vida a una espacialidad bidimensional en la cual el grafismo aludido, el trazado de líneas finas, las manchas de colores expandidas y otros elementos compositivos, aparecen yuxtapuestos en diversos planos y congregados sin alterar la homogeneidad y equilibrio de la superficie pictórica evitando espacios vacíos. En el desarrollo de la expresión formal observamos la frecuente asimetría y dinamismo de los elementos dispersos situados en posición de equilibrio inestable, mientras que las técnicas y métodos constructivos aplicados por Asdrúbal Colmenárez, parecen guiados por un proceso de decantación en un lento y arduo trabajo compositivo (collage pictórico) que al construir los diferentes planos añade y modifica formas y signos llegando a un punto firme de realización.

El resultado final es una serie de imágenes cromáticas, líneas y formas yuxtapuestas en las cuales se advierte el dominio de dualidades contrastantes: lo impulsivo y lo calculado; lo brillante y lo opaco; lo cerrado y lo abierto; lo geométrico y lo orgánico; lo dinámico y lo estático; y lo tenue y lo fuertemente expresivo en una lucha constante por la renovación y la superación de sí mismo, dando paso el artista a unos trabajos que resumen o sintetizan sus habituales búsquedas en un grado de íntima realidad entre su individualidad y la cultura que lo motiva con bases en la afectividad y las referencias mundanas; siempre en concordancia a su ética artística y a su atracción por los fenómenos, en constante cambio, de lo natural y lo cultural. Asdrúbal Colmenárez se sirve de un lenguaje y vocabulario estéticos de carácter híbrido y sintético consustanciado con categorías y movimientos artísticos afincados en el modernismo y la contemporaneidad, dentro de una concepción resultante de la unidad del intelecto y el sentimiento. A los rasgos de abstractismo geométrico y constructivista se adhieren trazos gestuales, no improvisados, y el uso de símbolos pictográficos y verbales de voluntad sígnica y semántica, asociados al informalismo, pero enfatizando su naturaleza visual. Los collages pictóricos en los cuales se materializan los contenidos conceptuales de Colmenárez, se pueden asociar al pop-art y a las conocidas “pinturas combinadas” de Robert Rauschemberg -pintor influido por los collages del dadaísmo y surrealismo de los años 1950 y 1960-, al asumir la realidad objetual e icónica que circunda al hombre de la civilización industrial, pero conservando algunos valores tradicionales de la pintura. En la obra del artista trujillano se evidencia el imperativo moral de hacer el arte más adecuado a la visión, pensamiento y sensibilidad del artista contemporáneo, buscando la unificación entre el mundo externo y la interioridad del creador plástico como representante de la humanidad. Así Asdrúbal Colmenárez, en sus Territorios Internos, procede desde valores personales inmersos en los valores de la colectividad en los tiempos actuales, con la esperanza de que el público espectador reconozca y comparta sus convicciones, fundamentalmente en un plano intuitivo, pero con la innegable ayuda de la decodificación de su personal lenguaje pictórico para una comprensión y lectura integral del mensaje que el artista desea transmitir.

Representante de un arte con un discurso interdisciplinario que toma en cuenta la situación actual de la civilización contemporánea, nuestro artista a través de su trabajo muy personal, establece mediante las imágenes construidas, un intercambio y una ruta a transitar entre el arte y otros aspectos de la creación humana, de la cultura en la cual nos desenvolvemos y actuamos en constante peregrinaje. Así el arte de Colmenárez transmite un halo de misterio e intriga utilizado conscientemente por su hacedor a fin de estimular el vuelo de la imaginación y la participación reflexiva sobre el papel del artista en sus búsquedas, dudas y hallazgos, y del arte mismo en la comprensión y acercamiento emotivo a los principales temas que nos afectan como miembros de la cultura urbana universal."

Gustavo Navarro Castro

 

Su Pensamiento

"Hay una frase de un tipo llamado Dostoieswky que dice “Todos nosotros somos culpables, pero yo el más culpable de todos”, quiere decir que en cuanto a la realización de este evento; yo le decía a Alberto que en vez de llamarse  “Lenguajes de la Subversión”, debería más bien llamarse Lenguajes de la Contradicción, porque los artistas, todos los artistas estamos confrontados dentro del actual sistema a una contradicción permanente entre lo que queremos hacer y lo que nos permiten hacer.

Yo diría que el mejor clima para crear algo subversivo, sería el clima, no es ciertamente el clima democrático... El clima democrático es la cosa más hipócrita que existe. Le permite al artista fabricar cosas que sirven para... Ustedes conocen lo que llamamos ollas de presión, que se escapa el humo, que se escapa el aire cuando hay mucha presión, para que no explote, que sirve como paliativo, como una manera que permite al sistema seguir controlando todo... Finalmente, una de las primeras maneras que consiguió el artista en el Siglo XVIII para poder escapar al control fue que cuando él tenía que hacer cuadros religiosos, buscaba un sitio específico que solamente él conocía. Solamente el artista conocía el sitio, el punto específico donde ponía una imagen erótica. Entonces era como una manera interesante porque era una imagen religiosa donde él metía una figura erótica. A este fenómeno se le llamó anamorfosis...

Después, cuando yo tuve la buena o mala suerte de llegar a París en Marzo del 68, me tocó vivir la obra artística más grande que yo haya podido ver en mi vida. Fueron doscientas cincuenta mil personas desfilando, cantando La Internacional... Y yo lloraba, porque yo había leído lo nuestro, a Ciro Alegría, a Arguedas, a Rulfo... y yo decía por qué en mi país nunca se dará una cosa así, una realidad así. Y nunca se dará una cosa así, menos ahora. Esa parte romántica, vamos a decir, fue desapareciendo, pero es impresionante, para mí fue lo más fuerte que yo vi en mi vida, como más de doscientas mil personas cantando La Internacional. Eso le pone a cualquiera la piel de gallina, los pelos de punta

Y después, en la medida en que yo iba avanzando iba trabajando siempre en la contradicción, quiere decir que iba avanzando en la contradicción. Yo llegué a una Universidad donde estaba Lacan, estaba Foucault, estaba Lyotard, estaba Gilles Deleuze, estaban muchos otros tipos y la idea era que la primera condición que había para el artista, para el productor de ideas era no hacer nada porque todo lo que podía hacer uno era recuperado, era utilizado o reutilizado por el mismo sistema. Entonces uno trabajaba una semana y otra semana no... Y puede ser que en esa época hago yo mi mejor trabajo... Finalmente lo que yo hago hoy no es mi mejor trabajo, esto que ustedes acaban de ver no es mi mejor trabajo pero es un trabajo de terapeuta. El último trabajo “Penas de Amor Perdidas” está basado en la única pieza de teatro de Shakespeare, pues yo tenía una colección de juguetes...

Sí, la última exposición “Penas de Amor Perdidas” está basada en la única pieza humorística de Shakespeare, no humorística en sí, pero no tan dramática como nos acostumbraba... Entonces yo tenía una colección de juguetes, porque en una ocasión hablando yo con Alejandro Otero le dije que los artistas cuando nos enfermamos somos como los niños, que cuando nos enfermamos deberíamos de ir a ver a un médico, a un pediatra, porque somos como muchacho chiquito... Porque era una colección de juguetes, una gran colección de juguetes.

Mientras menos cosas tú tengas en tu vida que te acaparen, que te atrapen, más libre eres tú... y me dije, voy a salir de estos juguetes... Entonces me hice unas fotografías en El Paraíso, en Caracas en donde llevan a todos los carros viejos, chocados... Entonces confronte el dramatismo de ver a un carro chocado con el juguete que es de una ternura increíble... Porque siempre en mis trabajos hay pero de una manera muy sutil, pero muy sutil, una pequeña subversión. Es como decía Mao, como un granito de arena que cae en una máquina. De allí viene la palabra sabots que era el nombre que los holandeses daban al zapato de madera que ellos usaban. Lo metían en una máquina, para que la máquina no funcionara como debía funcionar...

Y si no, de todas maneras no hay que hacerse ilusión. El más grande cineasta, el único cineasta que quedó comprometido un inglés Ken Losch y en la última entrevista que dio dijo que no hay que hacerse ilusión, el cinema no produce revoluciones y a eso se podría agregar el arte no produce revoluciones. El arte es solamente como un campo de reflexión. Lyotard decía que es igual que la filosofía, que la filosofía era como el arte. Que no servía para nada. Para nada en el sentido material, en el sentido que no es productivo, es una cosa que se queda como para el espíritu, y hoy día el espíritu no tiene importancia. Cuando tú ves hoy lo de la globalización y todo eso. Cuando tu ves que uno se encuentra con un tipo que aquí que organiza un coloquio para hablar sobre la subversión, tú te preguntas, acaso será eso posible?.

Lo importante es cuando en esa contradicción permanente que todavía la tengo, que produce en mí el Mayo 68 es muy importante, porque de ahí sale la píldora anticonceptiva que es para mí la más grande revolución del siglo, porque la píldora anticonceptiva le permite a la mujer la completa libertad de hacer lo que ella quiere cuando ella quiere.

Entonces yo me interesé en mi Maestría la hice yo sobre el graffiti salvaje. Yo llamo graffiti salvaje al que se produce espontáneamente, sin que tenga motivaciones políticas y que es mucho más fuerte; es decir, que por ejemplo a veces había publicidades en el Metro de París. Allí hay publicidades muy bellas, muy grandes. Entonces, el escrito que los muchachos le ponen hace que la publicidad realmente cambie completamente. Ahí se transforma realmente en elemento subversivo. Un afiche completamente banal se vuelve subversivo en ese entorno... Finalmente el graffiti, un fenómeno intrínsecamente crítico, social, sin embargo terminó en el Museo.

Hay un tipo que se llama Jean Michel Bastien... y es curioso que todo lo que el hombre trata de hacer como para mover a la sociedad termina en un museo y así tenemos como los grandes creadores como los de la época de Dadá, que es uno de los movimiento más importantes y además que puede ser la poesía; en muchas cosas, nace un movimiento que es muy importante que es el Arte de Acción. Se cortaban las manos, se desnudaban, se echaban cal encima,  que se llamó la Escuela de Viena y que tenemos un representante en Venezuela, que nunca se le dio la importancia que tenía, pero realmente fue el primero entre  los otros que se llamó Carlos Contramaestre. Quiere decir que Venezuela es un país maravilloso porque nunca sabemos lo que tenemos. Nosotros siempre estamos esperando que la otra gente venga...

Pero cada quien tiene que buscar su solución. Yo encontré una. Unas de las soluciones mías es la de fabricar obras que son realizadas para el sitio. Cuando yo las saco del sitio,  ya no tienen ningún valor. Quiere decir que las obras que ustedes ven ahí, donde hay plantas de verdad, hay plantas de plástico que hay un gran dibujo de cartón, hay una fotografía, cuando lo retiramos, todo eso se fue a la basura... Porque nada es recuperable. Porque cuando tú las sacas de allí pierden el contexto... Por eso yo me intereso ahora, por ejemplo, en mi próxima exposición o instalación me está tentando mucho será sobre la cantidad de barcos petroleros que están infectando y haciendo polución en el mar, entonces la exposición será también de manera muy sutil sobre los barcos que hacen polución.

Porque no creo en el arte por el arte. Eso no tiene razón de ser. El arte tiene que tener un lado, un grado lado político, aún si sabemos que no vamos a cambiar nada. Hay, por ejemplo, un gran artista que vale la pena mencionar, que se llama Hack que hace fotografía. Es uno de los mejores actualmente como fotógrafo. Él fotografía, por ejemplo, la casa del gerente general de la Rolls Roice y fotografía la casita y los carritos de los obreros que trabajan el la Rolls Roice. Entonces, el colocar las fotos en paralelo, teniendo presente que el acabado de las dos fotos, de la una y de la otra, es perfecto; eso hace que se pierdda la fuerza... Si tú tienes, si tú haces una buena fotografía, si fotografías muy bien un rancho, el rancho deja de ser rancho. Por eso hay veces que hay que tener cuidado con la tecnología ya que puede mostrar lo contrario, lo adverso de lo que tú pretendes. Tú imaginas la forma yo creo que hagamos lo que hagamos lo más importante del arte es que nos permite abrir un campo de reflexión donde varias personas comulgan, personas que todavía creen que hay una posibilidad de cambiar las cosas, no mucho, pero de poder cambiar pequeñas cosas.

Los franceses tienen una expresión que a mí me gusta mucho, que es “fuite en avant”, es, se trata de una fuga pero en vez de ser hacia atrás, consiste en saltar hacia delante; quiere decir que al lado de estas cosas que son muy grandes que yo hago, que yo las boto porque yo no las puedo vender, yo hago unas cosas que son comerciales. Es como una manera de evitar los gastos. Yo no gano, pero yo no pierdo. Cada quien se inventa su salida. Hay un escultor pero grande, muy grande que se llama Christo que él hace grandes cosas. Él envuelve grandes cosas, grandes cantidades de edificios, envolvió, por ejemplo, el Pont Neuf en París y para envolver todo eso se necesita mucho, mucho dinero, entonces él se dedica a los dibujos. Yo diría que lo que yo hago es como las parejas que tiene varios muchachitos y se prostituyen para darles de comer a los muchachitos, sí, por qué no?

Lo que ustedes vieron no es lo más importante de mi trabajo. Lo más importante de mi trabajo fue El Alfabeto. Yo hice veintiséis letras que tenían un sentido diferente, de sensaciones diferentes, y era en esa época Ministro de la Inteligencia que se llamaba Luis Alberto Machado y tenía un asesor, un español que no conocí y que ni siquiera quiero saber su nombre, que después que vio mis letras, que yo no estaba cobrando nada por eso. Yo sólo quería que se fabricara para todas las escuelas de Venezuela, sin cobrar nada... Pero le recomendó al Ministro que se comprara un moco de elefante que los muchachos jugaban así, que eran como bolas concéntricas y dejaron a un lado El Alfabeto y prefirieron el moco de elefante... Pero lo que más me gusta a mí de esta de esta experiencia es que los funcionarios pasan, y para eso quisiera vivir más tiempo para poder reírme más, los funcionarios pasan y los artistas quedan. Por ejemplo, hay un tipo que yo detesto, no sé ni siquiera por qué y no es que detesto si no que me cae bien, que fue Presidente de Venezuela, que se llama Carlos Andrés. Nunca me habló, nunca lo conocí. Un día vino a verme una amiga y me dijo: “Sabes que Carlos Andrés esta haciendo una casa y quiere poner un cuadro tuyo?”. Yo le respondí: “A mí me da pena esa vaina y a quién no le da pena?. Aquí en Venezuela lo único que da pena es no tener plata. De todas maneras, yo decidí no venderle nada, ni proponerle nada. Posteriormente yo hice una exposición en Caracas. Algunos cuadros se vendieron y como nunca los vendo personalmente... Al único tipo que yo quisiera que no tuviera un cuadro mío es Carlos Andrés... Hace dos o tres años un amigo y me dice: Tú eres amigo de Carlos Andrés, porque en el salón él tiene un cuadro tuyo... Pero fue que alguien le vendió un cuadro mío a la Secretaria y la secretaria se lo regaló a Carlos Andrés... Entonces él tiene ahora un cuadro mío... Entonces es la gran contradicción del artista en todo lo que nosotros hacemos...

Hay un tipo que fue inteligente, pero finalmente terminó en el museo que se llama... Se cambiaba de nombre, se cambiaba de dirección, se cambiaba de lugar. Ahora conozco a un artista alemán que se llama Kiefer, que es uno de los artistas alemanes más importantes actualmente. Él decidió irse lejos donde la gente no pudiera conseguirlo porque dice que la gente lo fastidia, porque ya no quiere vender cuadros. Es así... Estamos en permanente contradicción...

En la Séptima Documenta había un letrero que decía. Era un artista francés que se llama Ben que decía “Aquí estamos –aquí quiere decir, en el museo- celosos los unos de los otros por la gloria”. Eso explica que últimamente en Venezuela, en Europa, en el mundo hay unos movimientos que se crean como en la época de Dadá, como el surrealismo... Quiere decir que partir de los años setenta empiezan a trabajar individualmente porque la obra comienza a tener un valor marchante, mercantil... por eso cuando yo hice la exposición Transposition que es como una antología del arte contemporáneo y moderno. Yo muestro los primeros cuadros de Picasso, abstractos podemos decir, que se llama Las Señoritas de Avignon hasta los cuadros del Ochenta nosotros vemos, al menos yo vi en el momento en que estaban expuestos que el Arte Moderno, el arte que se hace hasta los años Cincuenta tiene algo de trascendental. Henry Moore, Calder, Picasso, Shwister tienen algo de emoción, tenían algo que comunicaban y que lo hacen hasta más espiritual, es como más contemporáneo, es como más... no es esta cosa ficticia que está en  el arte americano, está en Warhol. Si tú ves hoy un cuadro de Warhol hoy día, es como si tuviera como cien años y apenas tiene veinte o treinta años. Lo que está pasando con el artista es que le pasó como a Fausto que a partir de los años sesenta le vendió el alma al Diablo, quiere decir que hoy gana más plata... Van Gogh nunca pudo comprarse una chaqueta como ésta. Nunca pudo haber comprado algo así. Sí, ahora ganamos más plata, pero está perdiendo en su libertad, en lo subversivo, en sus ideales. Picasso consiguió una vez, cuando el gobierno español le pidió, le encomendó para la Feria, para la Exposición Universal un cuadro que se llama Guernica que es realmente extraordinario...

Yo creo que si el arte por el arte no sirve para nada, el arte solamente político tampoco sirve; es decir que tiene que haber un aporte formal por eso yo creo mucho en el arte, en la poesía, en la literatura, en la música, en el cinema sobre todo en el que yo llamo cinema no lineal, que no es narrativo, como el cinema de Godard. Son cosas que hacen que el espectador, la persona que mira pueda hacerse su propia obra, quiere decir que puede hacerse su propia interpretación, su propia reflexión y lo más importante es que el arte, hoy el mundo sin arte es como cuando tú llegas a una película y ves “the end”, el fin, es decir que sólo ves el genérico. Yo creo que lo importante del arte es que  podamos vernos, reflexionar sobre pequeñas cosas, cosas que Lyotard llamaba “coup par coup”...hacer cosas precisas... La gran contradicción que tenemos es cómo hacer un juicio a priori, es decir, por ejemplo, que cuando yo descubro... Para mí el filósofo más brillante del siglo es Hegel y cuando yo descubro que él había colaborado con el gobierno alemán, con el nazismo, se me cae, me defraudo. Paralelamente yo conocí personalmente a un tipo que rechaza el Premio Nobel de la Paz, que se llama Jean Paul Sartre, que marcha con los obreros de la Renault, pero al tipo si lo comparamos realmente a los dos filósofos, Sartre no aporta lo mismo que aporta Hegel, entonces volvemos a la eterna contradicción cómo lograr conseguir algo que permita continuar hacia delante pero al mismo tiempo no seamos como el “Buffon du Roi”, que era el tipo que con tal hiciera reir al Rey, le era permitido todo".

Palabras de Clausura del VI CONGRESO PRESENCIA Y CRÍTICA LOS LENGUAJES DE LA SUBVERSIÓN realizado por el Centro de Investigaciones Lingüísticas y Literarias "Mario Briceño-Iragorry" de la Universidad de los Andes, Núcleo Trujillo, los días 02, 03 y 4 de Noviembre 2000.

Las fotos que ilustran la presente  ponencia, muestran el montaje de la "Plaza de los Artistas" Asdrúbal Colmenárez que se encuentra ubicada en la entrada de la ciudad de Trujillo, la cual mostrara su forma definitiva, cuando según palabras de su propio autor -Asdrúbal Colmenárez-  él muera. La mismas fueron tomadas por el Dr. Alberto Villegas Villegas

 

  

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