Reseñas Humania del Sur. Año 10, Nº 18. Enero-Junio, 2015. Reseñas... pp. 199-211. Reseñas J. M. Briceño Guerrero: “La identifi cación americana con la Europa Segunda” en El Laberinto de los tres minotauros. Colección Biblioteca J. M. Briceño Guerrero. Caracas: Monte Ávila Editores Latinoamericana C.A., 2015, pp. 1-83. Argenis R. Arellano Rojas La identificación americana con la Europa Segunda tiene un objetivo claro dentro del pensamiento del profesor Briceño Guerrero: Mis estudios del pensamiento lati- noamericano me han permitido comprobar la existencia de actitudes o posturas funda- mentales que determinan la interpretación de la realidad social, la fi jación de metas y el despliegue de programas de acción. En este trabajo me he propuesto la tarea de analizar y describir una de esas actitudes o posturas fundamentales: la mentada en el título. (p.3) En este discurso el autor se piensa como un verdadero europeo segundo para lanzar una mirada analítica al paisaje latinoamericano y a la realidad de sus constructos sociales; esta forma de expresar e incluirse él mismo en su pensamiento le permitió confi gurar un “método dramático” particular, una forma de narrar en donde las ideas y actitudes de este fi lósofo venezolano son encarnadas en pro- cura de entender y conocer la raíz de donde brotan las actitudes y posturas europeas en el acontecer diario del americano. Lo mentado en el título se convierte entonces en la manera cómo el latinoamericano común se identifi ca Humania del Sur 199 Humania del Sur. Revista de Estudios Latinoamericanos, Africanos y Asiáticos. Universidad de Los Andes, Mérida. Año 10, Nº 18. Enero-Junio, 2015. ISSN: 1856-6812, ISSN Elect.: 2244-8810 con un modelo de costumbres y tradiciones implantadas producto de la expansión del Viejo Mundo, es decir, es un europeo nacido en América. No obstante, poseer una religión europea, hablar su lengua, entrar en contacto con sus conocimientos, adoptar sus leyes, copiar sus formas de vestir y en fi n entender la vida bajo parámetros eurocéntricos no ha servido para que el latinoamericano se desarrolle, evolucione y se modernice en medidas al menos semejantes a las de la Europa del siglo XIX. Teniendo en cuenta esta cruda realidad, el profesor Briceño Guerrero realiza un amplio análisis y esquematiza la obra en dos grandes apartados titulados: “Identifi cación de la Europa Segunda” y “La Europa Segunda en América”. A través de la primera sección se da a conocer y se intenta descifrar la línea evolutiva que desarrolla gran parte de Europa a partir del llamado “milagro griego”, es decir, con la toma de consciencia de la existencia de la razón y más aún, del inicio de un proceso constante hasta la actualidad de refl exiones en torno a ella. Este fenómeno alejó a la espontaneidad como forma genérica de afrontar el día a día de los hombres. Desde este momento de despertar el hombre europeo emplea la razón para deliberar sobre las prácticas de su vida y mejorarlas, para refl exionar sobre las razones de su existencia, y para ser libre y plantearse un sin fi n de preguntas a las cuales podía dar respuestas desde ese momento. América fue invadida, conquistada, colonizada y transformada por la Europa Segunda desde el siglo XV de nuestra era. Paradójicamente también fueron las mismas corrientes de ideas gestadas en el siglo XVIII en el Viejo continente las que propiciaron la independencia y el surgimiento de las primeras repúblicas americanas. En este sentido, desde el mismo momento del encuentro entre Europa y América, ambas se reedifi caron, ambas se complementaron e infl uenciaron en tal medida que ninguna volvería a ser la misma. No obstante, el progreso llevado a cabo en la cultura y sociedad europea no logró los mismos niveles al otro lado del Atlántico y encontrar las razones de este fenómeno se convierte en el centro del análisis del pro- fesor Briceño Guerrero en la segunda parte de La Identifi cación Americana con la Europa Segunda. Las interrogantes que orientan las refl exiones de este apartado se centraron en determinar las posibles razones por las cuales América fue quedando relegada en el avance tecnológico, social, económico y cultural llevado a cabo en Europa. ¿Qué pasaba? ¿Qué difi cultades especiales había de este lado? ¿Qué problemas impedían el desarrollo de la Europa Segunda en América? ¿Qué nos impedía a nosotros, europeos de América, hacer triunfar nuestra Razón Segunda? 200 Humania del Sur Humania del Sur. Año 10, Nº 18. Enero-Junio, 2015. Reseñas... pp. 199-211. De esta manera, como principales obstáculos se toman en cuenta y analizan aspectos como: la Geografía, los particularismos naturales se con- vierten en factores que favorecen o entorpecen el desarrollo, condicionando también el impulso por generar técnicas para domesticar la naturaleza. La geodiversidad americana no permitió un avance constante en la domestica- ción de la naturaleza en sus territorios; la bonanza de quienes habitaban en el trópico permitió que los hombres no ejercieran grandes esfuerzos para sub- sistir. Las culturas primeras, es decir, los primeros habitantes americanos eran sociedades que además de heterogéneas en cosmovisión y formas de vida, todas se regían por mitos y ritos; lo mágico y lo sagrado dejaron lo práctico y realista como algo innecesario en estas sociedades, sin permitir los avances esperados. La Europa Primera, aunque este obstáculo parece contradecir la afi rmación de que la primera Europa fue sustituida por la Razón Segunda, a pesar de ello, una porción considerable de inmigrantes europeos que se aventuraron al viaje hacia América mantenían una mentalidad conservadora y antimodernista; estos tenían como motivación a su venida al nuevo mundo el reproducir las viejas costumbres, la estratifi cación social a partir de la pure- za de sangre, los privilegios y sus vejámenes como la esclavitud de las “castas” inferiores, factores que frenaron el establecimiento de la razón segunda en América. La Europa Segunda, la cual, en el establecimiento de relaciones con otras latitudes que no habían desarrollado dicho conocimiento, los europeos segundos en América traicionaron ideales como la igualdad, la declaración universal de los derechos del hombre y la fraternidad, al preferir aliarse con culturas primeras, retrógradas y oligárquicas. Finalmente, la Marginalidad en el orden mundial, es una causa obstaculizadora que puede entenderse como la posibilidad de que nuestro atraso cultural, económico, social y político se deba a la casi ausente iniciativa creadora, convirtiéndonos entonces en imitadores y europeos de frontera. A pesar de estas difi cultades para el alcance del conocimiento segundo y su aplicación práctica en nuestro continente, se han aplicado programas de acción –otros se siguen aplicando– para el logro de la europeización o modernización americana. Entre estos programas se encuentran: El blan- queamiento, que puede entenderse como el intento por “purifi car” la sangre del americano a través de la intensifi cación del cruce con europeos, mejorar la raza, o en palabras del profesor Briceño, mejorar el soma americano; La legislación, la normalización de la conducta colectiva siguiendo pautas que fueron pensadas para el europeo para el quehacer en su territorio, es decir, dichas normas no se corresponden a la realidad del hombre americano en sus tierras así como tampoco le aseguran su evolución; La educación, el cual Humania del Sur 201 Humania del Sur. Revista de Estudios Latinoamericanos, Africanos y Asiáticos. Universidad de Los Andes, Mérida. Año 10, Nº 18. Enero-Junio, 2015. ISSN: 1856-6812, ISSN Elect.: 2244-8810 puede ser el principal instrumento para condicionar y propiciar la aprehen- sión de los valores de la Europa Segunda. No obstante, estos conocimientos desarrollados para el progreso europeo, en América sólo alcanzan niveles teóricos que no aseguran que puedan ser llevados a la práctica en nuestra realidad o que respondan a nuestros problemas; La lucha política tradicional, las formas de gobierno aplicados en América desde el mismo momento de la independencia y hasta la actualidad (dictaduras y democracias) sólo han quedado en modelos de gobierno tergiversados y manipuladores del espíritu de las ideas políticas europeas: Los déspotas han sido simplemente déspotas… los partidos tradicionales no representan al pueblo ni al progreso, sino a viejas y nuevas oligarquías. Otro programa orientado a la europeización segunda es denominado el Subimperio, lo que establece el relacionarnos con naciones donde gobierna la razón segunda, es decir, modernos en todos los sentidos. Esta práctica podría transformar la estructura de los países americanos para el logro del progreso, convertirnos en potencias que van más allá de ser sólo productoras de materias primas para poseer también un nivel industrial y de tradición laboral considerable y competitivo. La revolución socialista, al igual que en Europa y China, en América se ha intentado implantar en algunas latitudes el modelo socialista como forma de gobierno adecuada para el desarrollo de la razón segunda. A pesar de ello, el socialismo como teoría política ha sido malinterpretado, malentendido y mal aplicado en nuestra realidad convirtiéndose en un proyecto cuasi utópico. Reminiscencia, exilio y nostalgia, es una práctica que nos lleva a pensar en los sentimientos que como americanos mantenemos al añorar nuestro pasado europeo, así como cuando nos proyectamos hacia el futuro. Tenemos como objetivo central en nuestras vidas el modernizarnos o europeizarnos en suelo americano, no obstante, la sensación de que somos europeos exiliados nos mantiene siempre a la espera de un posible encuentro con el pasado. La lucha por un nuevo orden mundial, a través de un análisis simple resalta la triste realidad de que nuestros países americanos fueron incorporados al sistema económico mundial como simples productores de materias primas. Desde hace décadas, este lugar que ocupamos viene siendo contrarrestado a partir de nuevas alianzas latinoamericanas que tienen como objetivo una mejor participación en el intercambio de bienes materiales y culturales de la civilización para la tan ansiada entrada al “reino de la razón segunda”. Al cerrar con el estudio a estos programas, el profesor Briceño Gue- rrero expresa que luego de atravesar tantas difi cultades y luego de esforzarnos con la aplicación de programas en pro de nuestra europeización, surge un último gran problema que él denomina la última perplejidad. Esto consiste 202 Humania del Sur Humania del Sur. Año 10, Nº 18. Enero-Junio, 2015. Reseñas... pp. 199-211. en que el hombre americano una vez sumergido en la práctica de la Razón Segunda y luego de internarse en profundas refl exiones acerca de su realidad, sufre una especie de despertar. Su respuesta ante ello es entrar en un estadio de perplejidad que lo lleva a bajar su guardia, a cesar sus luchas y a preferir el aislamiento como si perdiera toda esperanza. Surge entonces la interrogante: ¿será que recobraron alguna forma de cordura aún no lograda por el resto de nosotros? A lo que se responde: Nos toca sacudir esta perplejidad y seguir hacia adelante, siempre hacia adelante. Humania del Sur 203 Humania del Sur. Revista de Estudios Latinoamericanos, Africanos y Asiáticos. Universidad de Los Andes, Mérida. Año 10, Nº 18. Enero-Junio, 2015. ISSN: 1856-6812, ISSN Elect.: 2244-8810 204 Humania del Sur Humania del Sur. Año 10, Nº 18. Enero-Junio, 2015. Reseñas... pp. 199-211. Reseñas J. M. Briceño Guerrero: “Europa y América en el Pensar Mantuano”, en El Laberinto de los Tres Minotauros. Colección Biblioteca J. M. Briceño Guerrero. Caracas: Monte Ávila Editores Latinoamericana C.A., 2015, pp. 85-256. Alexmar Méndez García El método de comprensión y razona- miento al que recurre J. M Briceño Guerrero, está acompañado de un estilo literario sui gé- neris, denominado: “método dramático”. Por su parte, este método concibe en su análisis fi losófi co, un particular drama cultural en lo referente al laberinto de contradicciones que alberga el alma común de los pueblos lati- noamericanos. Fundamentalmente, frente al predominio histórico-cultural de Occidente y su despliegue hegemónico desde las distintas variantes de manifestación del pensamiento, creencias y actitudes en la vida cotidiana en los pueblos latinoamericanos. En ese sentido, desde la pretensión de examinar hondamente estos “discursos de fondo” del pensamiento latinoamericano, en algún momento nuestro autor se preguntó: ¿qué somos?, planteándose subsiguientes respuestas que nos advierten de una amplia heterogeneidad, la cual ha integrado el decurso en nuestra diversidad cultural. Por tanto, somos, según nuestro autor, producto psicosocial de tres arquetipos discursivos (europeo primero, europeo segundo y discurso salvaje). Éstos se encuentran subya- centes en el fondo del pensamiento de la gente del común de Latinoamericana. Por lo cual Humania del Sur 205 Humania del Sur. Revista de Estudios Latinoamericanos, Africanos y Asiáticos. Universidad de Los Andes, Mérida. Año 10, Nº 18. Enero-Junio, 2015. ISSN: 1856-6812, ISSN Elect.: 2244-8810 se ha sugestionado y reproducido la cosmovisión, refl exiones y el sentir de nuestro psiquismo, pese al transcurso de los años que alberga los últimos 5 siglos transcurridos. De manera que en lo referido a la naturaleza de la psiquis de los latinoamericanos y el pueblo venezolano en particular, vemos un “alma común”, es decir, una inmensa vorágine de heterogeneidad cul- tural que gobierna nuestros pensamientos, proyectándose de generación en generación hacia los espacios sociales, psíquicos, políticos, con estereotipos de autoimagen nacional duales y determinantes en la concepción intrín- seca como pueblo. De modo que se trata no sólo de advertir la presencia de pensamientos y de palabas claves en el decurso de nuestra historia, sino que su naturaleza está estrechamente ligada a actitudes, emotividades, sentimientos y valoraciones de la vida y la idiosincrasia tradicional que nos ha correspondido vivir en el presente y en nuestra cotidianidad habitual. J. M. Briceño Guerrero asume como estrategia hermenéutica, la men- talidad y percepción del mundo, las tradiciones, palabras, e ideologías, que dinamizan y caracterizan discursos en la interacción social; “…tres discursos de fondo … presentes en todo americano aunque con diferentes intensidad según los estratos sociales, los lugares, los niveles del psiquismo, las edades y los momentos del día”. (p. 9 del ‘Prólogo’ de la obra), y resuelve examinarlos desde su propio lenguaje, dejando que se manifi esten tal cual como si ha- blase en ese momento un mantuano de otrora, un europeo segundo, o un individuo abstraído por el discurso salvaje. De tal modo haciendo entrever la triplicidad heterogénea que los conforma, los caracteriza y los contradice constantemente, en expresiones tradicionales de privilegios individualistas, confrontados a la racionalidad contestataria e impugnadora de siglos “oscu- rantista” por los cuales se frustra la idea de progreso y desarrollo de la llamada modernidad; encontrándose igualmente, alegatos de inconformidad al orden establecido, pero al mismo tiempo autodenominándose a sí mismos sumisos y nostálgicos por emotividades reaccionarias y esnobistas. En ello consistió (a nuestro juicio) los componentes epistemológicos del “método dramático” que tantas incomprensiones y polémicas ha despertado en algunos lectores y críticos de este pensador venezolano. De acuerdo con esta valoración inicial, fue en la sociedad colonial en donde se fraguó el discurso europeo primero, relacionado a los principios que estructuraron la historia de Europa. En ese caso encontramos al Prin- cipio Cristiano y al Principio Señorial, este último pletórico de abolengo y distinción social, necesitando para sí la pleitesía pública y al mismo tiempo caracterizado por la compasión hacia el sufrimiento del prójimo u súbdito cercano. A lo cual es perentorio hacer alusión, que aquellos sectores privi- 206 Humania del Sur Humania del Sur. Año 10, Nº 18. Enero-Junio, 2015. Reseñas... pp. 199-211. legiados sustentados por supuestos designios divinos y sacros santos de la Iglesia Católica Apostólica y Romana, provistos a modo de soporte hegemó- nico del status quo imperial, mantuvo un vínculo al Principio Imperial, que en tal caso afi anzó los meta-relatos de siglos de poderío Colonial español, por aquella idea de búsqueda de hidalguía (o ser hijos de algo), es decir: búsqueda constante de privilegios, con relaciones de obediencia y lealtad acrítica, para consolidar la interacción social hasta los niveles más altos del poder. Por su parte, el Principio racional “Se expresa por el ensayo de las ideas, el dialogo platónico, el tratado, el manual, la enciclopedia, la clase magistral, la tesis doctoral, la teoría, los discursos del método, los debates científi cos…” (p.121). De esta manera, estos cuatro principios se interrelacionan e interac- cionan entre sí, formando un campo de creatividad ilimitada, que para bien o para mal han delineado los modos de vida del ser latinoamericano, a partir de un inmenso “proceso de transculturización unifi cante y universalizante”, es decir: una paideia de educación humanizante y totalizante impuesta desde el poder colonial monárquico, sobre la confl uencia de tres grandes razas (aborígenes, españoles y afrodescendientes) o grupos humanos en constante relación y dinamización de estratifi cación social. Imponiendo a las inmensas mayorías de súbditos del reino, subdivisiones de mayor a menor jerarquía de “limpieza de sangre” en la pirámide de estratifi cación social, la cual instituyó cuatro grados de estratifi cación con nomenclaturas de hasta 52 nombres en relación a la casta según a la cual se pertenecieran. De tal modo estaban dadas por las diferenciaciones en el mestizaje de blancos, indios y negros, y sus consiguientes roles de servidumbre y privilegios sociales. En ese orden de ideas, citaremos a continuación uno de los alegatos de altura en defensa del pasado imperial, apelando al referido método dra- mático para contextualizar en su terreno, la supremacía del pensamiento colonial (que a nuestro juicio persiste de manera contundente en la dinámica cultural cotidiana de los pueblos latinoamericanos), mostrando la esencia misma del discurso mantuano, sobre la cual intentamos reseñar en estas líneas. Nos dice el autor (pp. 128-129) en posesión y exteriorización de la mentalidad mantuana: Se les acusa de haber maltratado físicamente a los indios, de haber destruido sus culturas y de haber hecho otro tanto con los esclavos negros… Culpa hubo; pero una culpa que es tal sólo para la conciencia cristiana y los españoles eran cristianos. Por eso no hubo jamás conquista alguna acompañada de tanta toma de conciencia, de tanta teoría, de tanta Humania del Sur 207 Humania del Sur. Revista de Estudios Latinoamericanos, Africanos y Asiáticos. Universidad de Los Andes, Mérida. Año 10, Nº 18. Enero-Junio, 2015. ISSN: 1856-6812, ISSN Elect.: 2244-8810 legislación, de tanta acción a favor del vencido… Nada se ha dicho en las declaraciones universales de derechos humanos que no haya sido dicho por los letrados españoles a favor de indios y negros. Nada ha formulado la teoría antropológica actual sobre el pluralismo cultural que no haya sido formulado con pasmosa anterioridad por los pensadores españoles del siglo de la conquista. Y no lo hacían –subráyese esto– desde abajo, como ideología de oprimidos, sino desde arriba, en la plenitud de su poder como manifestación sin par de conciencia cristiana”. De este modo se sintetiza la conducta mantuana, con sus des- fallecimientos y líneas de acción, en búsqueda de privilegios perdidos ante el verbalismo sistematizador de la Europa segunda y el desenfado anarquizante del Discurso salvaje. Faltarían, desde luego, infi nidad de aspectos por tratar de este extraordinario libro del profesor Briceño Guerrero, por lo pronto lo dejamos hasta aquí, con la intención de motivar al lector a seguir ejercitando el pensamiento crítico y así elevar la mirada hacia nosotros mismos. 208 Humania del Sur Humania del Sur. Año 10, Nº 18. Enero-Junio, 2015. Reseñas... pp. 199-211. Reseñas J. M. Briceño Guerrero: “Discurso Salvaje”, en El Laberinto de los tres minotauros. Colección Biblioteca J. M. Briceño Guerrero. Caracas: Monte Ávila Editores Latinoamericana C.A., 2015, pp. 257-362. Diomira Vielma Puentes “… somos occidentales sin duda alguna, pero debemos admitir la presencia de una resistencia no occidental en américa…” José Manuel Briceño Guerrero (Palma- rito, estado Apure: 1929 – Mérida, estado Mé- rida: 2014) muestra en sus obras gran interés y preocupación por entender e interpretar el pensamiento latinoamericano desde el punto de vista sociológico y fi losófi co, sintetizándo- lo en las tres conductas que presentamos los latinoamericanos y que se traducen en tres discursos: el Racionalista Europeo, el Mantua- no y el Salvaje; del último nos ocuparemos en esta sencilla reseña. Para él estos tres discursos están presentes en cada latinoamericano, pero cuyas intensidades varían y son incompatibles entre sí, manteniendo una pugna eterna: se interpenetran, parasitan y al mismo tiempo se obstaculizan. Briceño Guerrero indaga sobre el por qué de nuestros complejos históricos, nuestras características físicas, nuestra lengua, nuestra identidad, la conciencia de ser ameri- cano. Hace un recuento de nuestros orígenes... Coloquialmente hablando: pone el dedo en la llaga, porque nos recuerda y refresca por qué somos lo que somos. Humania del Sur 209 Humania del Sur. Revista de Estudios Latinoamericanos, Africanos y Asiáticos. Universidad de Los Andes, Mérida. Año 10, Nº 18. Enero-Junio, 2015. ISSN: 1856-6812, ISSN Elect.: 2244-8810 La obra Discurso Salvaje contiene capítulos breves, a veces sencillos, otras veces poco inteligibles, con algunas aparentes contradicciones para recordarnos quiénes somos y a dónde vamos. Nos enfrenta con ese otro mundo que habita en nosotros, buscando que salga de nosotros mismos una voz interior y espíritu de rebeldía y lo hace sin formalismos intelectuales, sin dejarse regir por un orden sistemático académico. Aquí lo salvaje se diferencia de lo racional, es decir, el autor asume y expresa el drama de un mestizo que añora el pasado precolombino; pero que al mismo tiempo ensalza la cultura occidental. Rompe con las ideas racionales, convencionales, es ambiguo, recurre al humor y a la entonación poética. Utiliza el lenguaje del populacho, y es burlón, da la impresión de que Briceño Guerrero se deja impregnar por su propia obra al convertirse en un personaje más del Discurso Salvaje. Algunas de las ideas centrales del libro son las siguientes: 1.- En cuanto a la identidad, nos la impusieron: somos occidentales y eso genera confl icto, pues “Al mismo tiempo que se le califi ca de occidental se le reprocha no ser occidentales.” (p. 263). 2.- Somos occidentales: lengua, vestido, escuela, todo, todo es euro- peo; pero “…somos occidentales sin duda alguna, pero debemos admitir la presencia de una resistencia no occidental en América” (p. 275). 3.- El pronombre nosotros se parte en nos, forma latina original, y otros separado por guión para indicar la presencia en ese nos de una alteridad. Hay violencia elocuente: llevamos otro sujeto opuesto e íntimamente ligado. 4.- El europeo al llegar ve el atraso respecto de lo occidental: oposición al orden, al trabajo organizado, a la puntualidad. Ese formato occidental lo sentimos como opresivo. 5.- Hay un combate en el interior de nosotros mismos: nos habita un salvaje anterior a la cultura o “pre-cultural”. 6.- Hay un sentimiento de culpa por los ancestros derrotados. 7.- A las revoluciones de izquierda y de derecha las llama “…tram- pa…”, porque forman parte del sistema opresor de la cultura occidental: dinamismo, populismo, paternalismo... son nuevas formas de opresión. 8.- La idea del progreso surge como exorcismo contra la barbarie y trae adelanto tecnológico, mejoras en medicina, en sanidad, industrialización… pero con ello: lo occidental lo absorbe todo. 9.- Las culturas precolombinas y africanas son ensalzadas: no fueron ecocidas, ni suicidas, vivían en equilibrio con la naturaleza, con sus seme- jantes, al contrario de la cultura occidental que es hipócrita. 210 Humania del Sur Humania del Sur. Año 10, Nº 18. Enero-Junio, 2015. Reseñas... pp. 199-211. 10.- En América no hay descendientes puros de los africanos y en cuanto a los indígenas sólo hay minorías. El Discurso Salvaje no pudo triunfar y para sobrevivir se conforma con el humor, la burla, el saboteo… para luego retirarse a digerir el placer de sus desagradables conductas… pero sin nunca lograr, al igual que los otros discursos, solidifi carse. La obra Discurso Salvaje si bien se nos muestra como un libro pe- queño y sencillo, no obstante abre un abanico de interrogantes y nos pone analizar quiénes y qué somos y a dónde vamos. Incluso nos invita a analizar el fenómeno de la globalización propugnada por Occidente, muy latente en nuestra actualidad. Respecto de nuestra identidad nos señala que en Latinoamérica, pese a su identifi cación con la cultura occidental, sobreviven con fuerza también los rasgos fundamentales de las culturas no occidentales, lo cual encierra una tragedia para el mestizo cultural, pues a la vez que se identifi ca con lo europeo; no deja de identifi carse también con lo no occidental, o sea, con lo opuesto… o en las palabras del propio Briceño Guerrero, al fi nal, con humor y burla de fondo (p. 359): “…somos occidentales, como no”. Humania del Sur 211